Oporto abraza al río Douro, tiene seis puentes que lo cruzan pero sólo uno de ellos el Puente de Luis I diseñado por un discípulo de Eiffel, está situado en la zona declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
El puente tiene dos pisos en el de abajo pasan vehículos y peatones y en la parte de arriba pasa el metro .
Contemplamos una puesta de sol alucinante.
Un buen comienzo para ver la ciudad es la la Avenida de los Aliados e ir bajando hacia el Douro, y ya iréis viendo la Catedral, la torre de los Clérigos, la estación de tren Sao Bento, está decorada de azulejos contando la historia de Portugal. Os encontraréis con sus tranvías, una imágen muy típica de Oporto, los pocos que quedan pasan por los lugares más interesantes de la ciudad.
Llegaréis al rio, que vistas!! el puente Luis I, las bodegas en la otra orilla, todo un espectáculo.
Uno de los lugares más bonitos y romanticos fué pasear por la Ribera, con sus callejuelas y edificios de colores, la plaza de la Ribera la más turistica está llena de bares, restaurantes, todo lleno de luz y color.
Al otro lado del río se encuentra la villa de Vila Nova de Gaia, donde están las bodegas de vino, con una de las estampas mas típicas, los llamados "rabelos", unos barquitos de madera construidos originariamente para el transporte de los toneles de vino, y que ahora se dedican a dar paseos por el Douro, no dejéis de subiros es un recorrido muy bonito.
En cuanto a la gastronomía es muy rica y variada, aumque el plato estrella de Oporto es el "Bacalhau", en todas sus formas, también son muy populares las "francesinhas" es una especie de sándwich de jamón, queso, salchicha fresca, filete de ternera, huevo y otros ingredientes. Nosotros no las probamos.
Los dos días que estuvimos comimos en el mismo lugar porque nos encantó y no quisimos cambiar. Se llama Papavinhos Rua de Monchique, 23/24, está un poco alejado del casco histórico y de todo el bullicio pero merece la pena.
Es un restaurante pequeño, familiar, donde sirven unos excelentes platos de pescado a un precio razonable. Te atiende el dueño que te recomiena para que no pidas en exceso ya que los platos son abundantes.
El primer día elegimos Bacalhau gratinado con gambas para dos, muy bueno. Tomamos el postre especial de la casa "Delicia de Galleta" y está realmente delicioso, lo sirven en un tarro de cristal... me encantó, me hubiera traído la maleta llena de tarros.
El segundo dia probamos otros tipos de bacalao, mi marido se pidió Bacalhau Lagareiro, le pusieron un trozo enorme de bacalao echo a la parrilla con una guarnición de patatas cocidas y grelos.
Yo me pedí Bacalhau Papavinhos, consistia en bacalao hecho con verduras y guarnición de patatas, esta vez eran redondas y fritas.
Volvimos a pedir el mismo postre del día anterior...me gustó tanto!!!
Un lugar para volver.... la comida muy buena y el trato estupendo.Totalmente recomendable.
Vistas desde la ventana
Que os parece la imágen que capté desde la ventana ??????
Sin lugar a dudas nos ha encantado Oporto.
MCarmen
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